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Sin emprendedores no hay industria

Luis Martín, como CEO del Grupo Barrabés y con una gran trayectoria empresarial y emprendedora en empresas como IBM y Microsoft, planteó la importancia de los emprendedores en la industria 4.0. durante la conferencia que impartió en el restaurante A Poniente.

Hizo referencia a la “La gran sacudida”, la digitalización, que según sus palabras es la base de todas nuestras oportunidades y el origen de todos nuestros retos. La digitalización está penetrando de manera muy rápida, adaptándose socialmente y creando muchas comunidades, haciendo referencia así a las redes sociales.

Esta situación impacta en el mercado, provocando no solo nuestra digitalización si no también la de nuestros competidores. Nuestro producto ya no es solo nuestro, es un bien digital que pertenece a todo aquel que disponga o tenga la posibilidad de acceder a un Smartphone, hoy por hoy la mayoría de la población. Lo realmente importante para sobrevivir en el mercado es la “característica de marca”: Lo que diferencia a tu marca de otra y lo que permite tener una ventaja competitiva en el mercado.

En el futuro dispondremos de seis nuevas tecnologías en los negocios, lo que Luis Martín llama “La tormenta perfecta”: el internet de las cosas, que permitirá que todo esté conectado digitalmente, la seguridad de nuestros datos, programas encargados de proteger los datos que continuamente estamos dando, el big data que es la acumulación de grandes cantidades de datos, la inteligencia artificial, el bitcoin, la nueva forma de dinero de internet que hace que todo sea más rápido y prácticamente sin comisiones, y el nuevo protocolo de telefonía, el  5G, que entre otras cosas, supondrá una velocidad de vértigo.

Luis termina comentando que existe un nuevo modelo industrial donde vemos muchas startups que están cambiando varias funciones: Cómo se fabricará, esto lo vemos por ejemplo en el uso de las impresoras 3D; dónde se va a fabricar, será mucho más cerca de la población para aportar una mayor atención al cliente; y quién lo va a fabricar, donde se usarán máquinas con componente humano.

Por lo tanto, estamos viajando hacia un mundo en el que será mucho más importante el software que utilicemos en una determinada máquina, que la propia máquina. Lo mismo sucederá con el diseño y la interfaz con el cliente, el medio con el que el usuario se comunicará con el dispositivo o página. Pero para esto es necesario un nuevo tipo de talento, un entorno más abierto basado en la cooperación y, sobre todo, en la novedad.

 

Carmen Alicia Fernández Suffo