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El bienmesabe de la Isla

En la Isla de León es muy conocido el adobo de su pescado frito, el “bienmesabe”, cuyo nombre se remonta al siglo XIX. Según la leyenda, el origen de este nombre se debe a que la reina Isabel II visitó San Fernando, donde probó el cazón en adobo y su sabor la asombró tanto que dijo: ‘¡Qué bien me sabe!’; desde aquel momento, dicha localidad comenzó a llamar por este apodo a esa forma de aliño del pescado frito, el cual solo se diferencia de los demás adobos en que en vez de orégano lleva comino.

El lugar por excelencia del bienmesabe, situada en esta localidad gaditana, con más de 200 años de experiencia pasando la técnica de generación en generación, es el freidor ‘El Dean’. El motivo de su nombre es por un párroco de la Catedral de Cádiz, el cuál vivió en el edificio en donde se sitúa el freidor. Además es bastante peculiar, debido a que está unido a una ferretería que posee el mismo nombre, esto se debe a que antiguamente era un bar unido por una ventana al freidor, por la que se servía el pescado. Finalmente en el 1979 se dio la transformación a ferretería hasta la actualidad.

Mª Isabel Rodríguez Martínez
Graduada en Marketing y Turismo

¿Sabes dónde nació el Ratoncito Pérez?

Esta vez os traemos una curiosidad sobre el origen de otro personaje de nuestra infancia: el Ratoncito Pérez. Resulta que aunque tiene residencia en Madrid, dentro de una caja de Galletas de la Confitería Prast de la calle Arenal, su origen es gaditano, concretamente de Jerez de la Frontera.

La tradición del Ratoncito Pérez se originó debido a que el Padre Coloma, el autor de esta popular obra, escribió este cuento para el rey Alfonso XIII, cuando éste tenía tan sólo ocho años. Hizo este cuento debido a que se le calló su primer diente, con la intención de calmar el dolor del pequeño y evitar los posibles traumas que pudieran suponerle dicha pérdida.

A todo esto, la relación de este tradicional personaje con Cádiz es debido a que su autor, Luis Coloma, nació en Jerez de la Frontera, aunque posteriormente entrara en la compañía de Jesús y se instalara en Madrid. Su intención de escribir una historia sobre este roedor venía de su juventud, ya que tenía la costumbre de guardar los dientes debajo de la almohada por la noche para que viniera un ratón y se lo cambiara por dinero o un regalo. Siendo así que este personaje de residencia madrileña, tenía cuna andaluza.

Mª Isabel Rodríguez Martínez
Graduada en Marketing y Turismo

Fotografía: www.masjerez.com